Cuidar de tu salud bucodental significa mucho más que cepillar tus dientes después de cada comida. Para un cuidado riguroso, es fundamental visitar periódicamente a tu dentista -idealmente cada seis meses- para que te realice un chequeo de rutina y una limpieza general. La prevención es la mejor forma de ahorrar dinero con el odontólogo. ¿Por qué?
Visitar regularmente a tu dentista ayudará a que goces de una buena salud dental y así evitarás desarrollar problemas y/o complicaciones mayores en el futuro, cuyos tratamientos de seguro serán mucho más costosos que una visita de rutina. Cuando visitamos al dentista solo porque presentamos alguna molestia, por lo general ya es demasiado tarde.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud realizada en 2018, el 53,8% de la población reconoce que tiene una salud bucal regular, mala o muy mala. Asimismo, el 52,8% indica que hace más de un año no acude al dentista, mientras que el 2,2% jamás lo ha hecho.
Te contaré por qué realizar un control periódico con el dentista significa un ahorro importante a largo plazo.
La salud bucodental requiere de mucho cuidado para que esté en perfectas condiciones. Si la descuidamos, corremos el riesgo de adquirir enfermedades como caries, gingivitis, periodontitis, sensibilidad dental, pérdidas de piezas, entre muchas otras patologías.
Por ejemplo la caries, una de las enfermedad más comunes entre la población, perfectamente podrían evitarse si acudiéramos regularmente al dentista, o bien detectarlas tempranamente, podría significar un tratamiento simple y económico de realizar. Al pasar el tiempo la caries se profundizan y su reparación muchas veces requerirá procedimientos más complejos, duraderos y costosos.
Ocurre lo mismo con otro padecimiento común como es la gingivitis, que es la inflamación y enrojecimiento de las encías causada por la acumulación de placa bacteriana. Si se actúa rápido, tu dentista puede tratar esta enfermedad fácilmente, en cambio si la dejas pasar, podrías llegar a desarrollar otra patología dental más compleja: la periodontitis, que es una infección grave de las encías que daña el tejido blando y destruye el hueso que sostiene los dientes, llegando incluso a provocar la pérdida de éstos.
Frente a estas enfermedades, si recurrimos a tiempo nuestro dentista puede controlarlas desde sus inicios, limpiando las piezas dentales y entregando herramientas al paciente para mantener su cavidad oral en mejores condiciones. Una vez avanzada la acumulación de placa, sarro y bacterias, el tratamiento se torna más complejo y costoso.
Con estos ejemplos te quiero fundamentar lo valioso y económico que resulta la visita periódica al dentista. Por cierto, no se imaginan las mejoras de salud que lograríamos si los padres tomaran conciencia y comenzarán a realizarle controles dentales a sus hijos desde temprana edad.
Te invitamos a que reserves una hora con nuestros especialistas para tus controles periódicos y de esa forma proteger tu salud dental. Ya lo sabes, evita problemas y costos mayores. ¡Elige prevenir!